La semana pasada recibí un WhatsApp de Rosana que me decía "el próximo día 13 es el cumple de Ana" ¿A por ello? y yo que tarde medio segundo en contestar respondí (¿os lo imagináis?') "A por ello".
Debe ser algo genético pero como dice mi marido, y con mucha razón, es que me meto en todos los charcos.
En nuestra primera cita juntas comenzamos a elaborar "el plan de acción" para poder quedar con la susodicha, sin que ella sospechara de que la íbamos a sorprender. Esta vez ha sido relativamente fácil, no había nada más que organizar una cena de chicas y Ana entraría al trapo de cabeza.
Dicho y hecho, la cita sería el viernes 9, tan sólo cinco días antes del día oficial de la celebración.
Aunque la semana ha sido un tanto complicada para la organización del evento, todo salió a pedir de boca y la homenajeada tragó el anzuelo y quedo pasmada al recibir la sorpresa.
La cena comenzó con un intercambio de detallitos conmemorativos del blog, como para oficializar la puesta en marcha de este proyecto. Rosana había confeccionado "con sus manitas" unos mandiles preciosos para que cada una de las componentes vayamos totalmente uniformadas y yo había encargado unas mini-blogeras personalizadas con nuestro emblema que quedaron preciosas.
Después del intercambio de detallitos, cenamos estupendamente, nos reímos a carcajadas, tanto que a veces llegamos hasta llorar y, a los postres Ana se vio sorprendida con una espectacular tarta, a la vez que todas entonábamos el cumpleaños feliz, cumpleaños feliz ...
La tarta hacía alusión a Ibiza, que es uno de los destinos anuales de las componentes de este blog, con su arena, su mar, sus conchas, incluso con unos veleros
Lo más bonito y emotivo de preparar una fiesta sorpresa es ver la cara de la persona a la que quieres sorprender, es una mezcla de alegría, emoción, incredulidad, risa tonta y sobre todo mucho cariño. Así estaba Ana con toda una mezcla de sentimientos aflorando en su cara y todas nosotras felices, muy felices.
Así que la misión estaba cumplida, habíamos celebrado el cumpleaños de Ana y habíamos logrado sorprenderla de verdad.
Ah!! se me olvidaba deciros que la tarta es de Caperucita Cupcakes, una pastelería que hay en Muchamiel y que hace verdaderas obras de arte comestibles y que el broche que lleva Ana prendido en la solapa es la mini-blogera personalizada que nos hizo Helena García-Tapia.
