jueves, 1 de marzo de 2012

Una tarde feliz

Ayer intente contar,mi reencuentro con dos amigas de la infancia, y no hubo manera, pense dejaremos que pase la noche y se asienten los sentimientos.
FELIZ, fue una tarde feliz. Las tres niñas de hace 40 años estaban allí convertidas en tres mujeres, a las que la vida no les ha quitado una pizca de ilusión.
No se si somos unas inconscientes, pero si ayer nos ponen un tren con rumbo al país de los sueños,no hubieramos dudado en cogerlo.
Somos trabajadoras y luchadoras,y nos hemos dejado muchas energías en el camino,quiza, como muchos de vosotros.
Pero nosotras ayer nos pusimos "el pijama y las zapatillas" , no teniamos que demostrar nada, ni aparentar nada,solo teniamos que ESTAR.
Los miedos de la niñez, y los prejuicios de la adolescencia,ya han desaparecido.
La serenidad y la comprensión es lo que nos ha quedado.Y risas muchas risas.
Como nos complicamos la vida,si con un café y dándonos ratitos de estos cada cierto tiempo, cargamos las pilas,y cogemos fuerzas para continuar cada uno con lo nuestro.
Es la mejor medicina, y creo que se va a convertir en un tratamiento crónico,con la ventaja de no necesitar receta.
Gracias a las dos Begoña Román y Carolina Sanchís.
Rosana.